Día 5 de Julio, salgo junto con Noa&Jose, hacia la depresión del Danakil. La pista trascurre desde los 2500m hasta los -115m de Hamedila, pequeño pueblo gobernado por un tirano Afar de treinta y pocos años y un general militar bastante majo. La tribu Afar se les conoce por ser poco amables y menos tolerantes (antiguamente necesitaban matar a un hombre para convertirse en ”hombres“). Confirmado.
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Bajando a la depresión del Danakil - Etiopia |
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Buscando una sombra... - A 20kms de Hamedila - Etiopia | |
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Atardecer en Hamedila - Etiopia |
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Locales de Hamedila cenando enjera, como no... - Hamedila - Etiopia |
Éste pueblo vive básicamente del poco turismo que visita el volcan (800 personas al año) y de las comisiones que cobran a los camelleros que extraen sal del lago (me crucé con una caravana de más de 60 camellos), tradición de más de 2000 años de antigüedad.
Tras unos 170 kms llegamos a Hamedila, de nuevo desierto y mínimas de 38º/40º por la noche. Se duerme (o se intenta) a la intemperie en camastros de madera y somier de cuerda de esparto trenzado. Esperabamos encontrar gasolina para continuar otros 100kms hasta Ksrawit desde donde se parte a pata hacia el volcán, pero no hay gasolina (por supuesto mercado negro, nada de gasolineras), los militares la esperan dentro de dos días cuando llegue un camión militar con víveres. Afortunadamente para nuestra pequeña expedición, en Hamedila hay un campamento de una empresa canadiense dedicada a la exploración del subsuelo del lago de sal de Dolol para buscar “potage”, fertilizante natural más caro que el oro! Éstos nos cederán gasolina y comodidades (comida e información) para nuestra aventura (que lo es, no conocen a nadie que haya visitado el volcán en ésta época y además en moto), pero eso será al día siguiente, cuando llegue su pick-up con víveres.
Dedicamos el día siguiente para visitar el lago de sal y las montañas Dolol, totalmente formadas de sal y elevadas por la presión ascendente de los movimientos tectónicos (por la noche podías oír los estruendos lejanos del volcán de Eritrea [a unos 50kms] con actividad reciente). Paraje increíble, al igual que el lago de sal. Tienes la sensación de estar en la Antártida por la superficie blanca infinita que pisas, pero a 50 grados a la sombra…
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Por Dollol - Danakil Depresion - Etiopia |
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Por Dollol - Danakil Depresion - Etiopia |
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Por Dollol - Danakil Depresion - Etiopia |
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Dolol - Danakil Depresion - Etiopia |
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Lago Afera - Danakil Depresion - Etiopia |
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...pues eso... - Hamedila - Danakil Depresion - Etiopia |
Desafortunadamente el pick-up se avería y no viene a tiempo. Un día más en la aldea, que dedicamos a negociar horas y horas con el jefe del pueblo sus honorarios y el guía que nos llevará a través del desierto. Decide que será su hermano de 13 años el que venga conmigo. No aceptamos abandonar nuestra suerte a ese enano engreído simplemente porque le apetece montar en moto. Tras hablar con los canadienses (con cierto poder y buenas relaciones con el jefe, al que untan cada mes con dinero fresco) nos ofrecen otro guía que aceptamos. Esa noche llenamos depósitos y cargamos la moto con 10 litros por cabeza (y pastillas potabilizadoras para el agua de pozo que encontraremos en los poblados).
La ruta hacia el Erta Ale comienza con unos terribles 20 primeros kms de arena blanda y profunda. 2 horas, Noa&Jose sufren mucho en ese tramo. Espero cada ciertos kms, que me viene bien para recuperar aliento y tragar agua a ritmo de litro por hora.
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Camino de Ksrawit - Danakil - Etiopia |
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Niños Afar - Camino Ksrawit - Danakil - Etiopia |
Empieza a hacer mucho calor, seguro que pasamos de 55º a la sombra. Cada esfuerzo sobre la moto se convierte en largos tragos de agua “hirviendo” del camel-back. Cada villa que encontramos nos metemos en una de las cabañas y nos enfriamos con agua en la cabeza, descansos de 30-40 minutos para recuperar aliento y algo de comida (muy poco porque deshidrata). La etapa de escasos 90 kms acaba tras 9 horas. La llegada es una bendición, estamos exhaustos, pero nos espera una muy dura negociación de horas con el dictador de turno Afar… Éste se aprovecha de que vamos en moto y por lo tanto no caben los guías y militares que deben acompañarnos al volcán para exigirnos el pagar un camello extra para portear agua y comida para éstos. Además, por no haber pagado el permiso de entrada al “parque” que nadie nos exigió en un poblado anterior, nos exige además 100$ americanos por cabeza. Y aún así nos dice que tenemos la opción de venirnos por donde hemos venido y todos contentos. Menudo pájaro. A todo esto, nos requisa los pasaportes y deberemos esperar al día siguiente para que decida junto con sus secuaces que hace con nosotros. Nosotros insistimos en que queremos ir y finalmente, tras más de 4 horas negociando con unos y con otros llegamos a un acuerdo. Pagamos y, nada más pagar, sigue intentando extorsionarnos cobrando nuevas “tasas”, pero no tragamos. Nos invitan a cenar con ellos un poco de arroz con carne. Finalmente nos acostamos e intentamos descansar, que no dormir, el resto de la noche en una cabaña para los huéspedes de la villa, previo pago claro. Hace muuuucho calor….
Al día siguiente salimos a las 8 de la mañana con otro guía que sabe el camino hacia el campo base del Erta Ale. Nada más salir, deberemos cruzar un pequeño río enfangado que nos retrasa más de una hora.
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Camino al campo base del Erta Ale |
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Pozos agua Ksrawit - Danakil - Etiopia |
La ruta sigue con arena profunda y termina con 10 kms de piedras volcánicas y un calor asfixiante. Otras 2 horas en hacer ese tramo, toda una prueba para el motor, las suspensiones y sobretodo para los neumáticos. Llegamos al campo base y no podemos ni hablar. Más agua y a intentar descansar metidos en una cabaña de piedra con techo de paja y con viento que te quema las pestañas! Se te secan los ojos en cuestión de segundos. Descansar es imposible. Comemos algo y bebemos constantemente. Empezamos a beber agua de pozo bastante turbia con las pastillas potabilizadoras…
A las 8 de la noche empezamos la caminata hacia el volcán. 6 litros de agua por cabeza, el frontal y 3 horas de caminata por delante. A ritmo de los guías, en una hora estamos exhaustos. Ellos paran cada 45-50 minutos a descansar. Nos quedamos dormidos encima de las piedras en cada parada. Otra hora, y otra hora, y otra hora. Al final acumulamos 4 horas de subida constante hasta que alcanzamos el cráter. A lo lejos vemos el resplandor de lo que parece un lago de lava, pero no se aprecia nada. Los guías se tumban y se ponen a dormir. Entendemos a priori que esto es lo que hay, pero me niego a pensar que no hay más. A los 15 min les despertamos para que continuen y nos acerquen más, pero se niegan y nos piden que durmamos. Nos tiramos en el suelo (es una especie de campamento con cabañas de piedra y paja) y caemos en un sueño ligero e incómodo. Sobre las cuatro y media o cinco les volvemos a despertar y podemos ver claramente el resplandor anaranjado a lo lejos de la lava…esto mola! Lingotazo al agua calentorra y unos frutos secos y descendemos el crater gigante para avanzar hacia la zona anaranjada, a unos 500 o 600m. Es un mini crater de unos 100m de diámetro y 20 de profundidad. El espectáculo nos espabila al momento. Es un lago de lava en constante actividad. El centro de éste es lava fria y oscura y los laterales rezuman constantemente lava incandescente. Pero lo mejor está por llegar. Cada pocos minutos, la lava fría del centro del lago empieza a ceder a la presión de la lava incandescente que contiene debajo y comienza a borbotear lava incandescente cada vez con más fuerza. Te tienes que tapar la cara del calor que desprenden esos borbotones. Es impresionante. Y no da sensación de peligro ninguno, puedes pasarte horas observado ese espectáculo. No cabe duda, el camino hasta aquí ha sido muy muy duro, y lo será la vuelta, pero ha merecido la pena.
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Crater con lava -ErtaAle - Danakil - Etiopia |
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Crater con lava -ErtaAle - Danakil - Etiopia |
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Crater con lava -ErtaAle - Danakil - Etiopia |
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Crater con lava -ErtaAle - Danakil - Etiopia |
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Crater con lava -ErtaAle - Danakil - Etiopia |
En 3 horas llegamos al campo base. Nos preparan un pan a la piedra (hacen la masa, y como no tienen horno, calientan una piedra y luego la envuelven en la masa de pan que luego tiran de nuevo a la lumbre, de esa manera cuecen la masa por dentro también). Unos quesitos, un poco de atún y al lío de vuelta.
Noa&Jose descubren que el consumo de su moto les ha dejado de nuevo sin gasolina para volver. Yo tengo de sobra para volver, pero no para dos motos. Toca negociar de nuevo con el jefe la gasolina para volver, pero no tienen. No podemos volver. Jose y el guía se van al pueblo más cercano (57kms, otras 2-3 horas de moto) para buscar gasolina, no volverán hasta el día siguiente. Nos quedamos Noa y yo otro día a dormir en el pueblo, esta vez sin cama que valga. Nos llueve! Que hasta se agradecería si noquéese por la tormenta de arena continua y el calor asfixiante. Tampoco conseguimos dormir.
Jose aparece a las 10 de la mañana con unos 10 litros de gasolina. Espera llegar. Reclamamos los pasaportes y el jefe nos los da. Nos pide algún regalo a modo de agradecimiento por no cobrarnos los 100$ por barba. Nos hacemos los locos y salimos de allí echando ostias, se nos hecha la mañana encima y sus 55º. Comenzamos el regreso. Se hace más llevadero, la lluvia de la noche ha humedecido la arena profunda y nos hundimos menos. El guía está flipando. Me confiesa que es la primera vez que se sube en una moto, y la última. Solo nos hemos caído 3 veces, y casi parados. Es un moñas! Eso sí, chapó por el colega, que lleva una cantimplora de litro! En una de las cabañas “oasis” que entramos, encontramos a un tipo delirando y gritando como un condenado. Le ha picado una serpiente. Tiene a su vera a dos companys que le sujetan cuando se retuerce de dolor. Le han puesto barro en toda la pierna. Finalmente viene un tipo con una inyección y se la clavan en el culo…
Unas 4 horas más tarde llegamos a Hamedila como si viniésemos del frente. Muy cansados pero victoriosos.
Lo celebramos en la cantina de los canadienses con su aire acondicionado. Lo primero que buscamos es el agua fresca de las neveras y yo ensalada fresca y melocotón en almibar. Los canadienses se descojonan y nos traen unas coca colas fresquitas. No nos lo creemos. Noto como mis niveles de energía, vitaminas y agua van saliendo de la zona roja. Llevaba soñando con ese manjar tres días completos. Gracias “Allana Potage”, mil gracias! Sin vosotros hubiese sido mucho más complicado! Objetivo cumplido!!
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Cantina Allana Potage - Hamedila - Danakil - Etiopia |
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...pista de vuelta a Makele - Danakil - Etiopia |
El trayecto de vuelta, los 170kms de pista, se nos presenta extremadamente fácil técnicamente después de lo sufrido, pero no dejan de ser más de 4 horas de ejercicio intenso que acaba con las energías recuperadas. Que sueño!!! Además, pasar de 50ºC a menos de 15 a 2500m es un contraste complicado. La ducha de agua fría tantos días deseada ya no lo es tanto. Al contrario, hace frío! El hotel de Mekele, otro oasis que alcanzado. Una cama con edredón, que lujo…
Tras el descanso merecido en Mekele pongo rumbo a Addis Abeba (este nombre siempre me ha gustado, no se muy bien porque). Debo estar allí dentro de un día y medio (el día 14 por la noche) para recibir la visita de Sonia, por lo que descarto las pistas de tierra y consigo disfrutar del excelente asfalto de los más de 800kms que me separan de Addis. La ruta discurre por valles y montañas dignas de un Tour de France. El tiempo no acompaña, días nublados y lluvia intermitente durante toda la ruta. En uno de los tramos me desvían por una pista embarrada y pedregosa por desprendimientos de tierra en la carretera. La pista resulta ser divertida y sucia, todo un lujo en una carretera principal hacia Addis ;-) Al llegar al asfalto noto que la moto se mueve ligeramente de la parte de atrás y lo justifico por el barro en las ruedas y en el asfalto. Quinientos metros más adelante compruebo que he pinchado. Mi primer pinchazo!!! Y sólo me quedan 300kms a Addis que hacer en el día! Suerte que sólo debo desandar quinientos metros hasta el poblado. Seguramente he pinchado en uno de los charcos de la pista, donde no ves lo que se esconde bajo el agua, probablemente alguna piedra puntiaguda…
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...1er pinchazo - Camino Addis - Etiopia |
El resto de la ruta discurre con normalidad aunque muy pendiente de los putos conductores de minibuses suicidas etíopes, amantes de los carriles contrarios...
8500KMS [2000kms pista]